Como Ser Mujer

¡Feliz Día Internacional de la Mujer! Para celebrar este importante día, Andrea Fión Góngora, nuestra Oficial del Campo, nos comparte sus pensamientos sobre como es ser mujer trabajando para el programa de Farmer-to-Farmer en Guatemala. This post was originally published on the Farmer-to-Farmer blog.

¡Se  puede trabajar con manicura!Me llamo Andrea, soy oficial de campo para el programa F2F en Guatemala. En unos pocos meses más cumpliré mi segundo año trabajando para Partners dentro del programa. El tiempo se ha pasado rápidamente y en el proceso he aprendido muchas cosas nuevas, cada tema es diferente para cada asignación y cada asignación es una nueva oportunidad de crecimiento personal e intelectual. 

Ser mujer en Guatemala dentro del campo de agricultura no es del todo fácil, como en cualquier carrera profesional en un país en vías de desarrollo, ser mujer es en realidad un reto. Desafortunadamente Guatemala es un país histórico y culturalmente con tendencias machistas, las desigualdades van desde salarios más bajos para mujeres sin justificación razonable, hasta un trato indiferente para las mujeres. La agricultura es la actividad primaria del país, en las zonas rurales la agricultura de subsistencia es la más común y por lo general el trabajo de campo es “el trabajo de los hombres” y quedarse en casa es la tarea de las mujeres. Trabajar en el programa me ha dado las oportunidades de conocer las distintas realidades de mi país, he tenido el gusto de compartir y platicar con las personas de las comunidades de cara a cara y ver con mis propios ojos la realidad a la que se enfrentan cada día. Pero esto no siempre es fácil, llegar a una comunidad en donde los hombres tienen el liderazgo puede complicarse un poco. Para algunos de los hombres lo que diga una mujer tiene menos validez, fácilmente pierden la atención si quien les da una capacitación es de género femenino. 

Esto claro propone un reto, pero sin duda se convierte también en una oportunidad, una oportunidad de iniciar el cambio en esa mentalidad que hasta ahora tenemos, al demostrar que las habilidades de una mujer son iguales o incluso a veces mejores en ciertas áreas que las de los hombres, el cambio empieza a cultivarse. Al inicio siempre es difícil pero sin excepción al final de las dos o tres semanas que dura una asignación, el respeto como mujer y como profesional se establece. 

Es increíble el sentimiento de llegar a una comunidad de escuchar a los niños corriendo por las calles “ya vino la Seño, ya vino la Seño” y al encontrarse con los y las productoras, ver en sus rostros una mirada genuina de alegría y agradecimiento, que al darles capacitaciones y talleres, quienes al principio fueron escépticos, ahora prestan toda su atención. Ser mujer dentro de un programa enfocado en agricultura como lo es F2F, es una oportunidad de crecimiento enorme, el aprendizaje no termina al llegar los días de descanso; los retos siempre se hacen presentes, pero es también parte del arte de ser mujer convertir esos retos en oportunidades y esas oportunidades en historias de éxito.